- VOX Asturias exige el cumplimiento de la Ley de Banderas en los centros educativos
- El 2 de mayo se abre el plazo de inscripción para la comida de hermandad de San Isidro en Llanera
- El Ayuntamiento de Siero adjudica el contrato de recogida y alojamiento de animales
- El Gobierno de Asturias aprueba un gasto de 10,3 millones para construir 294 viviendas en Gijón y Siero destinadas al alquiler asequible para jóvenes
- Los mayores de la residencia del ERA y los alumnos del IES Astures participaron en un encuentro intergeneracional
SOCIEDAD
Los vecinos de Marinas celebran los Martires
En la centenaria capilla del pueblo, aquella que en sus tiempos perteneció a una de las edificaciones más antiguas de la parroquia la hoy conocida como vieja Casa Valdés, se celebró un año mas el primer domingo de septiembre la misa festiva en honor a los Mártires San Fabián y Sebastián.
Parece ser que estos festejos tiene mas de 200 años de historia, los mas veteranos recuerdan cuando la romería se hacía en uno de los prados del margen izquierdo de la carretera en dirección a Escamplero, y las últimas ocasiones, allá por los 80, en la margen derecha de la carretera a Santullano, sin olvidar la tradicional subasta de las rameras una vez finalizados los oficios religiosos.
Durante un tiempo la celebración se limitó a la misa con procesión, gaita y tambor. Hace unos años un grupo de vecinos decidió organizar algo mas, celebrar los Mártires tenía que servir para reunir a los que vivían en el pueblo y como excusa perfecta para que aquellos que se habían marchado volvieran a sus orígenes, a su familia y amigos. Así con la aportación vecinal tiene lugar un apertivo, entre bocado y bocado los asistentes se saludan y cambian impresiones.
Cumpliendo la tradición, el domingo 4 de septiembre, en el Bito, la vieja castañalona preservó de un sol de justicia a mas de un centenar de personas durante el ágape, previamente habían participado en la misa y en la procesión escoltando a San Fabián y a San Sebastián a los sones de la gaita de Alfonso Les Regueras y el tambor de Iván Fernández.
En torno a las 14.00 h y con el fuerte sonido de los voladores, cada familia se retiraba a su casa donde aguardaban entre otros manjares el tradicional arroz con leche.
Al día siguiente la capilla vuelve a abrir excepcionalmente su puerta para la tradicional misa en recuerdo de todos los difuntos del pueblo.